viernes, 19 de febrero de 2010

Tiroteos rotos (cuento cubista con banderas)


Un grupo de espías o asesinos compuesto por más de una decena de varones, pero que también incluye una mujer, miembros del Mosad disfrazados y en posesión de pasaportes británicos y europeos, entra en un hotel de Dubai. Tienen una misión, acabar con un hombre. Ellos son los sospechosos del asesinato de Mahmud Mabhuh, entraron en el emirato con pasaportes británicos, pero Londres no informó a la opinión pública ni exigió explicaciones. Prefirió guardar un extraño silencio. No es la primera vez que Israel comete asesinatos políticos en el extranjero, ni la primera vez que sus agentes emplean identidades falsas de ciudadanos británicos y europeos.

Viven en el corazón de la frustración árabe y viven con el temor de la imposibilidad de lograr un Estado palestino capaz de vivir junto a Israel. Jordania mantiene relaciones diplomáticas con Israel, Arabia Saudí promete el logro de un Estado palestino. Viven con temores de un incremento de la demolición de viviendas y la construcción de asentamientos en Jerusalén Oriental y alrededores, los peligros de reaparición de la violencia en Gaza y Palestina. Y tengamos en cuenta los intereses nacionales británicos, nuestros lazos con Israel y los palestinos, debido a nuestro interés en la unificación entre los israelíes y los árabes, ya que ambos tienen razones para enterrar a sus diferencias y enfrentarse al miedo compartido.

Me llamo Mahmud, Mahmud Mabhuh es mi nombre. Mi pueblo es un pueblo sin descanso, mi cama cambia todas las noches. La muerte tiene preguntas listas para cada hombre. Mahmud Mabhuh, ése es mi nombre. Así me llamó mi padre y nadie ha insultado nunca ese nombre sin que yo me entere y lo tolere. Espero las preguntas de la muerte. (los micrófonos recogen también el disparo final ) -No, otra oportunidad. - Pero te tocó lo peor. -cómo - ¿no crees?, la primera vez que estuviste en la cama con una mujer, lo que sentías por tu país.

Y nos acordamos de Gaza.


2 comentarios:

  1. Chavalín, Juanele, el de las ideas y los Programas; Juanele, que se creee que imitar el pontificado surrealista de Andre Bretón es... ocurrente.

    Mira, me da igual que me pongas fotos de los miembros del Mosad como si me las pones de los líderes de Hamás. En mi nombre no quiero homenajes a asesinos. Este es un lugar común y hasta ayer nos estabas largando historias sobre el sentido homogeneo que debe dar carácter al grupo.

    Ni siquiera tengo ganas de discutirlo con alguien para quien la política es algo tan frívolo como una chaqueta a la moda, o una sencilla tendencia contracultural. No lo voy a discutir contigo.

    Lo único que te pregunto es: ¿vas a seguir imponiendo tu ideología en nombre de todos? Si tu respuesta es un insulto o un discurso, la tomaré por un sí.

    Y, de ser así, procederé a salir de inmediato de este grupo.

    Aunque no descarte visitaros para ver vuestras peleas de gallos.

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  2. Je, jee, el héroe. En un hotel en Dubai. Qué sacrificio, mientras los adolescentes se inmolan en Palestina. Podría haberse inmolado él, en lugar de sacrificar a tantos niños y mujeres. Sí, es de una valentía encomiable. La aplicación de la Sharía a las mujeres de su propio país. Un patriota, vamos; un humanista, un filántropo.

    La guerra es también un negocio de consumo de masas.

    Claro que jugar a la revolución, a la guerra de liberación, desde la comodidad de los lujos occidentales es muy... ¿análogo?

    Sentado mientras te preparan el caldo gallego, hablando de la vida y de la muerte y de las guerras como si tuvieras la más mínima idea de lo que es la muerte. Eres un niño consentido.

    Todos los revolucionarios no han sido más que burgueses que han aprovechado la miseria para vengar afrentas personales bajo grandilocuentes argumentos.

    Y lo peor: sus imitadores odian tanto o más (a lo que esté más a mano), sin ni siquiera haberlas sufrido.... o ¿sí?

    Estoy seguro, Juanele, de que los americanos no pueden dormir sabiendo que hay un poeta en Galicia que vive con sus padres, enganchado a todas las comodidades occidentales, que escribe cosas fuertes como esta entrada. Temblando estarán ante tal amenaza contra el poder...

    Es todo un simulacro, una pose, una recreación en un mito, un juego de niños...

    Lo malo es que te lo crees.

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