miércoles, 9 de febrero de 2011

Todo está en regla.

En la radio estaban hablando de la gente que aún permanecía en la plaza Tahir.
_Echesé a un lado y quite la llave del contacto.
(el hombre me hablaba con la mano puesta en la pistola debajo de la camisa)
_¿Te han detenido alguna vez?
_No.
_¿De dónde vienes?
_Vengo de estudiar Derecho de casa de un amigo.
(Donde he aprendido que las normas imponen a todos la moral de la mayoría)
_Deme los papeles y bájese de coche.
Me temblaban las manos y se caían demasiados cds, pude ver que uno era el primero de los Clash...
_¿Has bebido?
_No (Siguiente pregunta por favor...)
_¿Tienes algo?
_¿Algo de qué?
_Algo que te compremeta.
(Me guardaré el desprecio por los usos y costumbres de mi época)
_No.(Hace años que no fumo porros pero ellos todavía están buscando las pruebas del delito)
_Te hemos seguido y estas cosas dan muy mala imagen. Si la policia no se salta los semáforos tampoco puedes hacerlo tú, te has saltado varios en rojo.
(Como si lo que realmente importara fuera la forma y no el fondo del asunto.)
_No volverá ocurrir. Aunque como han podido comprobar ustedes al perseguirme con nadie hemos chocado.(Post Data: Normalmente las sanciones administrativas no me suelen imponer a punta de pistola.)

Sueño de Debord en la Plaza Tahrir

Debord duerme esta noche
entre los tanques y entre las botellas
Y en sus sueños se enlazan las emanaciones del desierto y de la luz eléctrica
pronunciando una a una todas las letras de
la revolución.

Columpios maravillosos para los centauros del ciberespacio
donde un espejo culmina los juegos estratégicos.
Fin de la filosofía a orillas de un Nilo
polvoriento, sudoroso y exótico.

Los comentarios se sucederán, pero la boca de

Debord

entona una vez más las modulaciones esotéricas del gran secreto:
la vida es una poesía en la situación más incandescente.

Y en la noche seguimos girando hasta consumirnos....