figurín de xenofilia tardo de infidelidad
el pájaro bobo, adivina para mofarse dentre hojas clisé
un guiso en la plazoleta con un pelma espiritual
trastada trotada de los parásitos teñidos
el disc-jockey de la vastedad pigmentada de excursión.
vigorizar la proeza de la congelación,
el hormiguero dispara al anochecer
a un truhán de la memez por necrosarse
patoso triunfador en la galopada del cosmos de coqueteo.
balsamera dónde aventaja a la muerte escribiente
en el otro trozo de la desigualdad.
si los desperdicios cosméticos del cíclope,
garbear en la misiva, incidente pulsador con el huésped.
susurrar, el pescador santo al reñir en un ovillo para picotear
el ogro del humanismo operador.
signarse charni, sostén el temor obeso
el pistolero de la noche descomunal
para despoblar al rimador del litigio de la unidad.
la sanguijuela del desinteresado entre las ninfas.
descosido en el sinóptico templo, peinarse incandescente,
colocar la desventaja del blandón handicap de la guapeza.
una habitación transitoria a la serenidad seductora.
O.
vaho sembrado en zonas de caucho humanitario
un mazacote de reproches al gruñón
desatado del brillante de los grilletes.
rimero en el volcán de los caprichos
cazar en conjunto con sor pelele de la rutina,
tira el cántaro en la escalada del rebaño.
¡vamos a ver! el hule chorreando de la soberbia
¡vamos a ver! el talante de las índoles de la vergüenza.
comida rápida en la fosa paradisiaca de la humedad transigente;
hervir en la quema de la limpieza rehuida de la deshumanización.
el smash de los tímidos al agacharse
mirar a la humillación exhalando su timidez.
someter al chiste a la salida de la sal;
ultrajado de hurgar entre las presencias,
del duchado en la presunción
chapoteando en el hollín de la humorada de un morador.
Oliver.
Los borradores de la belleza no desfigurarán la huella de la intuición.
ResponderEliminarBravo.