Los esfuerzos desesperados de unos cuantos individuos son la prueba evidente de que el aburrimiento y el dolor no han ganado la guerra definitiva contra la belleza.
Hace un siglo sucesivas corrientes vanguardistas protestaban contra los límites del arte y de la vida. Quizás hoy nuestra vida ya no importa tanto como la suervivencia misma del arte. Y como esto no es un nuevo apocalipsis, estamos dispuestos a vencer la intransigencia de la indiferencia generalizada proponiendo un modernismo que sea un posmodernismo desenfadado, y de paso con movimiento acompañante hacia las estrellas: el monedismo ha surgido de las cenizas de la movida, la másvida y la crónica nostálgica.
La poesía monedista se esparce como nieve en los Alpes, y se tritura en las cocinas de los mejores teatros. Es poesía para todas las vivencias, y la poesía tiene sus leyes que la ingenuidad no comprende.
Hace un siglo sucesivas corrientes vanguardistas protestaban contra los límites del arte y de la vida. Quizás hoy nuestra vida ya no importa tanto como la suervivencia misma del arte. Y como esto no es un nuevo apocalipsis, estamos dispuestos a vencer la intransigencia de la indiferencia generalizada proponiendo un modernismo que sea un posmodernismo desenfadado, y de paso con movimiento acompañante hacia las estrellas: el monedismo ha surgido de las cenizas de la movida, la másvida y la crónica nostálgica.
La poesía monedista se esparce como nieve en los Alpes, y se tritura en las cocinas de los mejores teatros. Es poesía para todas las vivencias, y la poesía tiene sus leyes que la ingenuidad no comprende.
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