La luz de tu belleza en mi gloriosa
semana de enviciarme en los rastreos
de fondos besados frente a frente
dibuja en la retina una cortina.
Tu miércoles se expande en los inicios
trigésimo elegido por las jornadas
de tu luna en el millar de los pomelos
crisol de tesituras encomiadas.
Tu cáliz en la boca del orégano
trabaja en adelante con prismáticos
aspectos imposibles del olfato.
Tu cuerpo es lo que tengo en un segundo
cuerpo que deseo en un encierro
abierto a lo que ofrezca el veneno.
He intentado ponerte una foto pero, no sé por qué, yo no puedo hacértelo a ti.
ResponderEliminarBuahh...
Bien, vayamos por partes. En el interfaz del post para editar, hay un símbolo de color, un cuadrado, para subir imágenes desde el ordenador, que pasan a engrosar tu cuenta blogger, o sea, que no se carga más que una vez, después están desde el blog. Pincha ahí y sigue los pasos.
ResponderEliminarInténtalo quizás primero con uno de tus poemas.
Un abrazo. Iremos hasta el fondo de este obstáculo al monedismo...