miércoles, 1 de septiembre de 2010

Poemarítimo




Raya la saya la despedida del barco
del puerto en sollozos crónicos
y en pañuelos de agitar la despedida,
en cubierta de los días desencajados.

Mi brazo en torcer de proa
duerme la hamaca de los cristales,
el abrazo partido de las fotografías
de cinc de hierro y de ácido.

Soñaré que no has caído,
que fue un sueño beatífico
en tardes de invierno y azúcar,

entre el frío de las cortinas
sopla el puerto fúnebre de las ostras
y la sal respira en otra lengua.

1 comentario:

  1. El morir, la morir
    todo sea revivir. La tarde está de luto
    vestida con cucharas de cucarachas
    y en la boca un cebo
    y en el cebo un balón
    y en el balón una bomba
    y en la bomba un deseo.

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