jueves, 26 de agosto de 2010

Poemaravilla




Vuelve el vaso tras la lluvia ecuatorial
macerando el zumo de las emociones;
se aprecia en la uva un sabor igual
cuando se prueba entera o en porciones.

Regularidad del roce y del aspecto general,
tinta o blanca o rosada, no hay divisiones;
esta gota que llega para ser superficial
acaba entrando en la isla de las ilusiones.

Si ayer el arte tuvo en el jazz su brandy propio
sin rima, sin espejo, con palomas, con opio,
hoy la bodega pega al poeta y paga al microscopio.

Pero en el desvío y la deriva, la situación y el vino
la revolución tiene programa, plácido y marino,
de manta y monte, de mora y rama, de lana y lino.

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