martes, 8 de junio de 2010

La patria abandonada.

Creo recordar de forma borrosa
que la juventud era una tierra con rostro de mujer
a la orilla del mar
una tierra rubia como el trigo
de ojos verdes como la hierba
una tierra que busqué por todas partes
por la que pregunté a todos
y nadie sabía donde estaba
La juventud era más sencilla cuando
fingimos encontrarnos
como antiguos conocidos
a la orilla del mar
La juventud estaba conmigo
delante de mí
y me decía cosas
que olían a tierra
y era una tierra rubicunda
fértil, justo como yo la había soñado
una tierra que se fue
de repente, cuando me dijiste adiós.

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