domingo, 20 de junio de 2010

Ausencias.

Alguien en un tiempo remoto, debió plantar frente a tu casa
para que te bendigan cuando pases
un bosque de cerezos imaginarios que hoy están en flor.
No se me ocurre otra manera
para explicar la caricia que engendra
la levedad de tu alma en el recuerdo.
Como una lluvia fina
la suavidad de sus flores se confunde, tenue, con la nieve.
Bajando por el monte ya nada es como antes.
Sin embargo algo permanece siguiendo las estaciones.
Alguien en un tiempo remoto, debió plantar frente a tu casa
para que te bendigan cuando pases
un bosque de cerezos imaginarios que hoy están en flor.

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