Nuestras energías serán para liberar la Tierra
No queremos más banqueros ni queremos más recetas
Nuestras fuerzas ya reparten lo mejor de la riqueza
No queremos más gobiernos ni queremos más banderas
Nuestras voces ya se oyen en las aulas y en las mesas
No queremos más cobardes ni queremos más chuletas
Nuestras manos se acarician y nuestros labios se besan.
No queremos más racistas ni capitalistas ni Hacienda
No queremos al Estado ni al gobierno ni al Ejército
No queremos los acuerdos de Defensa ni más guerras
Nuestras armas serán siempre las letras de los poemas.
Pero si la revolución llega no será de mentirijillas
La revolución quemará el cielo y sonará monedista.
"Ve al baño después del trabajo" es lo que reza el cartel. Muy anti-imperialista y en favor de los derechos de los trabajadores, sí. Nada como una ficción de guerra para mantener en permanente estado de excepción a una sociedad entera (me refiero al estado soviético) hasta el extremo de que ir a mear puede ser considerado un signo de corrupción burguesa o una actitud contrarevolucionaria.
ResponderEliminarNo me meto con tu poema, ¿eh? Es que tengo un cierto trato con el estilo soviético y no puedo evitar soltar la parrafada al ver el cartel.
Pero, en fin, no nos veo liderando una revolución, mucho menos una que triunfe, pero es sólo mi humilde punto de vista.
Saludos, camarada.
La revolución como la vida, está llena de sorpresas. Gracias por la traducción del cartel, sabía que tenía guasa, pero no retranca.
ResponderEliminarUn abrazo,comandante.
La revolución sonará en clave monedista porque así tiene que ser. Pero no "en contra de" sino usando lo que hay, pero bien, quizá un poco menos temperamentales y más condescendientes, con menos odio y más buenas ideas, monedista en cualquier sentido, vinatera sin ser cirrótica, drogadicta sin adicción, inteligente sin ser pedante, creyente sin espectáculos ni moralinas.
ResponderEliminarSeamos monedistas. Abarquémoslo todo.
El monedismo sigue abierto, "adelante con la guaracha".